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Debate de la Diplomatura: neurodiversidad y neurodivergencia

El diagnóstico siempre debe ser interdisciplinario, y requiere también hacer diagnóstico de descarte. Puede requerir desde evaluación neuropsicológica y neurolingüística hasta hacer estudios de integración sensorial o de función auditiva o visual para descartar posible compromiso que justifique los modos de funcionamiento de ese niño.

A veces puede llegarse a diagnósticos en el curso de un mismo proceso diagnóstico, pero en otras oportunidades, debe hacerse por etapas, pasando por abordajes que favorezcan ciertos procesos. En algunos casos consulta neurología, en otros psiquiátrica y en algunos del Otorrinolaringólogo.

Tampoco hay un único test ni una sola modalidad. La elección de los mismos tiene que estar a cargo de los profesionales que, con vasta formación, puedan decidir en base a lo que quieren ir despejando de la hipótesis por detrás del funcionamiento. Es por ello que si bien ADOS y ADI R son las herramientas “gold standard”, siempre deben ir acompañadas de alguna que permita la evaluación del lenguaje y la comunicación, en análisis de habilidades intelectuales – elegibles según tenga disponibilidad y lenguaje o bien sea no verbal o desorganizado – y algunos protocolos de valoración funcional.

Más que hablar de quienes pueden "legalmente" u "oficialmente", hacer el diagnóstico, no hay una ley o una determinación específica por profesiones, sino que depende de la formación, experiencia e idoneidad de ese equipo que sabe realizar los diagnósticos.

Quizas es mas facil decir lo que es incorrecto: que son esos diagnósticos en una única consulta, o por cómo se comporto en una sesion o con un ADOS que puntúa, o según la mirada de un único profesional sin haber valorado o descartado o sin haber indagado profundamente....

Hacer análisis individuales y construcciones diagnósticas, basadas en la interdisciplina y el conocimiento del neurodesarrollo, nos acerca no solo a diagnósticos más certeros sino que nos permite diagramar planes de tratamiento más funcionales, naturalísticos y por ende más humanizantes.

Este debate que comenzó en la diplomatura, creo que es una realidad que nos está movilizando cotidianamente a muchos de los que intentamos diariamente pensar. Discutir y analizar concienzudamente el neurodesarrollo para acercar oportunidades de desarrollo a los niños y que sus padres o cuidadores cuenten con estrategias para balancear en vida diaria estos procesos.

Durante el año en la diplomatura tendremos muchas oportunidades de analizar sintomatología, formas de funcionamiento, conductas, modos y funciones comunicativas al igual que planificar abordajes jerárquicos con fines funcionales.



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